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martes, 30 de abril de 2013

¿Las nuevas tecnologías te lo cambian todo?

¡¡¡¡¡Bienvenid@ a la nueva generación tecnológica, bienvenid@ a una nueva etapa en la humanidad, bienvenid@ al presente más futuro, bienvenid@ a las nuevas tecnologías!!!!!

Es innegable la influencia que, determinados inventos o descubrimientos han ejercido a lo largo de la historia de la humanidad, pero sobre todo, en el ámbito tecnológico, que han conseguido alterar hasta la propia comunicación humana. Desde el fuego, pasando por la rueda, la imprenta mismo o el televisor. Haciendo uso de los apuntes de la asignatura "Tecnologías de la información y la comunicación", podemos detallar los siguientes puntos:

1. Cada revolución se fundamenta en uno o más inventos para aumentar el alcance y/o los efectos de la comunicación (papiro, alfabeto, televisión, satélites, etc.)

2. Suelen permitir una mayor especialización del conocimiento respecto al periodo anterior, pero también suponen una mayor barrera tecnológica que conduce a la desinformación.

3. En cada revolución, aumentan el número de emisores de información, la cantidad de información, los canales y su recepción por un mayor número de personas.

4. Cada invento es más complejo que el anterior y, paradójicamente, suele ser más fácil de utilizar.

5. Cada revolución de las TICS suele conllevar un nuevo lenguaje (fonético, informático, audiovisual, etc.)

6. El incremento en las comunicaciones mediadas suele implicar una disminución del tiempo de comunicación interpersonal.

7. Suele ser fácil identificar la aparición de las TICs pero mucho más complicado su final que nunca suele coincidir con la aparición de una nueva TIC.

Es ésta la gran verdad del siglo veintiuno: la influencia abrumadora de las nuevas tecnologías en el devenir diario. Todo cambia con los nuevos inventos, pero si nos centramos, por ejemplo, en las redes sociales, encontraremos que el cambio ha sido desde los cimientos.

¿Qué sensación tendrían los primeros poetas, prosistas... los mensajeros reales, los juglares... si pudieran asomar la cabeza en el año 2013? Supongo que desconcierto absoluto, de incomprensión, de sorpresa mayúscula.

Siempre encontraremos los que se muestren más favorables o menos a las nuevas corrientes, pero, concretamente en el ámbito de las Humanidades, podemos estar satisfechos e ilusionados de las grandes ventajas que encontramos. Para empezar, el hecho de que pueda estar escribiendo estas líneas para un público que desconozco, o el que pueda estar cursando los estudios de Humanidades a través de una universidad on-line, o que pueda encontrar los recursos necesarios frente a una pantalla de ordenador o el mismo teléfono.

Aspectos negativos también podemos objetar, seguramente muchos, muchísimos, pero exprimir el jugo que ofrecen, no implica comer la piel de la naranja. Llegará el día en que las nuevas generaciones no serán capaces de abrir un libro o de escribir con un lápiz, pero dominando a la perfección todo aquello que tenga tintes digitales.

Dios quiera que  la electricidad no falle jamás, porque el día que en el mundo "se vaya la luz", se apagará todo.




N.B. Los puntos detallados en cursiva proceden de los apuntes de la asignatura "Tecnologías de la Información y la Comunicación" de la Universidad Internacional de la Rioja.

lunes, 22 de abril de 2013

¿Para qué demonios sirve la historia?

   En los estudios de Humanidades, uno de los ejes vertebradores de todas las materias que se tratan es el de la historia. Así pues, en la filosofía, en la literatura, en la geografía o en la propia historia, encontramos ese componente que nos permite ubicarnos en el contexto de la época, extrayendo y elaborando teorías e hipótesis que nos conducen a un conocimiento aproximado de los hechos que sucedieron antaño.

   Entendemos por historia todo aquello que se muestra tras la aparición de la escritura, con orígenes no del todo claros en cuanto al año exacto, pero que indican que siglos antes del nacimiento de Cristo, se recogían las andanzas de aquellos hombres, que, progresivamente iban llenando páginas y páginas en cualquier rincón del mundo. Unos, constituyen figuras destacadísimas en la actualidad; otros, pasaron absolutamente desapercibidos, hasta el punto de que sería imposible demostrar su existencia.

  Hasta aquí la introducción teórica, a la que pondremos el aliño correspondiente en palabras de Marco Tulio Cicerón, el cual sentenciaba "Historia est magistra vitae", o lo que es lo mismo, la historia es maestra de la vida, es decir; la historia debe ser reflejo, para las generaciones venideras de cómo obrar ante las distintas situaciones en las que un individuo o una comunidad de individuos (un país, una asociación ciudadana, un grupo político...) puedan encontrarse o verse envueltos. Pero a veces nos olvidamos de poner en consideración, que si la historia muestra posibles soluciones sobre cómo actuar, directamente muestra cómo no se debe actuar.

 Ejemplos tendremos cientos, miles, millones...Pero no utilizamos la historia más que para su estudio, y, por qué no decirlo, para su manipulación según el color de cada historiador. ¿Cómo es posible que según el partido que ostente el poder, el primer asidero que utilicen sea el ministerio de Educación y cambien, invalidando todo lo anterior, todo lo establecido? ¿Cómo es posible que se cambien los nombres de las calles y plazas en cada legislatura? ¿Dónde queda la historia de cada país, de cada región, de cada territorio, si los vestigios se eliminan?

   E.E.U.U. supone una gran diana, en la que muchos quieren disparar por su presunta prepotencia, pero son un claro ejemplo a seguir en muchísimos aspectos. Habiendo podido estar en un intervalo de pocos meses entre Roma y Nueva York, he podido comprobar por mí mismo, cómo se trata la historia en estas dos ciudades. 

   Nueva York, lo poco que tiene de historia, por su juventud en el tiempo, lo muestra orgullosa y convencida, ofreciendo un espectáculo ensordecedor de luz y tecnología. Roma, siendo la cuna de la civilización, del Derecho, de la Literatura, de la propia Historia, es una ciudad bonita, preciosa, maravillosa, magnífica pero descuidada y apagada. Nueva York grita, deslumbra, y llama con voz potente a repetir visitas. Roma permanece.

   Vale, es cierto, Roma es impresionante. No digo lo contrario. Únicamente me refiero al tratamiento que de la historia se hace. Jamás en los Estados Unidos encontraremos un americano desentendido de su país, y eso que son una cincuentena de estados independientes. En Roma, y que me perdonen los romanos por mi apreciación, al igual que sucede en muchos lugares de Occidente, en una ciudad que no necesita libros, por que los monumentos y las propias calles son las páginas de un gran atlas de piedra, pintura, oro y mármol, no cuidamos la historia.

   La historia es la maestra de la vida. De cada vida, de nuestra propia vida. Aprendamos de nuestros errores en las páginas amarillas y con olor antiguo de los viejos libros, o en los espacios virtuales que ofrecen recursos históricos de todo tipo. Aprendamos historia y hagámosla útil cada día.



martes, 16 de abril de 2013

El viento que agita la cebada

Haciendo un salto en la historia, nos trasladamos a principios del s. XX, en tierras irlandesas, a un episodio más de la opresión británica sobre Irlanda, iniciada en el s. XVI por Enrique VIII, cuando la Iglesia sufrió la violenta escisión de Inglaterra, por no ceder el Papa Clemente VIII a las presiones del monarca para anular su matrimonio con Catalina de Aragón.

Desde ese momento, Enrique VIII se proclama cabeza única y suprema de la iglesia inglesa, dando lugar al anglicanismo; Irlanda permaneció firme en la fe de San Patricio, sufriendo una terrible y cruenta persecución de manos británicas.

Aquí nos encontramos, setecientos años más tarde, con el problema agudizado y en un toma y daca constante entre invasores e invadidos. La resistencia irlandesa se reedita, buscando la expulsión total de los ingleses, levantándose en armas, generándoles auténticos problemas y ocasionando innumerables bajas en las tropas, que obligan al Gobierno inglés a adoptar la división como estrategia.

Se les ofrece un tratado por el cual, el conflicto es trasladado a las propias filas irlandesas, y así los ingleses se lavan las manos, generando discusión y muerte entre los propios hijos de Irlanda. Esto lo retrata Ken Loach, el director de "El viento que agita la cebada", nacido precisamente en Inglaterra, y narrando los hechos acaecidos en un pueblo, en el que, hasta las propias familias acabarán enfrentadas y divididas.

1. Irlanda, un paisaje de ensueño

Mi total admiración por esas tierras para mí aún desconocidas, salvo por la red y los amigos de Google, que fotograma a fotograma, enseñan lo rudo y salvajemente bello de la isla gaélica. Recomiendo y a mí personalmente, la visita inmediata y entusiasta de estos parajes.

2. Representación no populista y mínimamente comercial

A excepción de alguno de los actores, el resto constituyen un elenco de clase media, que dan vida a una película menos comercial que las que tocan este tema, como "Michael Collins" o "La sombra del diablo". Es de agradecer que se intente mostrar la historia sin tapujos comerciales o eslógans de gran consumo, convirtiendo a los actores en un medio y no en el propio fin.

3. Gran Bretaña vs. Irlanda.

Un conflicto de toda la vida por motivos puramente religiosos; episodios, en muchas ocasiones desconocidos, derivaciones hacia el terrorismo brutal... Ésta es la historia de una nación insumisa, de un país combativo, que a punto de sufrir el exterminio total, siempre supo volver a empezar, en su propia tierra o en la ajena, como Estados Unidos lo muestra donde la inmigración irlandesa es muy significativa

Vaya por delante toda mi admiración y deseo de conocimiento de la historia de Irlanda.


lunes, 8 de abril de 2013

Hablemos de democracia

Haciendo uso de las formas de gobierno expuestas por Platón y Aristóteles, tótems de la filosofía antigua, y vigentes en la actualidad dada su profundidad de pensamiento, aunque más tarde, filósofos cristianos de la talla de San Agustín o Santo Tomás de Aquino, matizaran y corrigieran sus teorías, hoy hablaremos de democracia, el producto occidental más exportado, más utilizado y menos fiable desde el aceite de colza.

Puede que muchos se escandalicen por estas palabras, pero objetivamente, la democracia actual se parece, con menos éxito al timo de la estampita. Según los filósofos griegos, la democracia no ostenta una de las formas idóneas de gobierno, ya que es la degradación de las anteriores, aunque parece ser que en muchos lugares estarían dispuestos a morir por ella. Textualmente de wikipedia

"Aristóteles define la monarquía como el gobierno de una sola persona, la más virtuosa y noble de la polis; la aristocracia como el gobierno de unos pocos (los más virtuosos) y la república como la mezcla entre una oligarquía (gobierno de los ricos) y una democracia (gobierno de los pobres).
Existe para Aristóteles una gradación entre las formas de gobierno. El más "divino" por lo justo pero también por la dificultad de su realización, es la monarquía. Le siguen la aristocracia y la república. La desviación del primer régimen es la peor forma de gobierno: la tiranía, seguido de la oligarquía. La desviación más moderada en cuanto a su corrupción es la democracia."

Esto me trae a la memoria un artículo de Jaime Campmany, en el año 2004, en el diario "ABC", en el que explicaba como, en un discurso pronunciado en un teatro de Chile,  Agustín de Foxá, afirmaba que "el español es el último hombre sobre la tierra capaz de morir por el honor", a lo cual, un espectador respondió, "Aquí en Chile morimos por la democracia". No se hizo esperar la respuesta de Foxá que, con ironía le dijo "Eso es lo mismo que morir por el sistema métrico decimal"

Es innegable, al margen de que muchos piensen que estoy entrando en un terreno pantanoso, o que mis palabras pueden ser políticamente incorrectas, que lo que sucede hoy no es algo baladí. Es muy grave. Repito, muy grave. No está sirviendo la historia más que para estudiarla, variada según el color del historiador, puesto que no ayuda a evitar los errores del pasado. No está sirviendo la filosofía más que para estudiarla, puesto que pensar y reflexionar más allá de "Gandia Shore" o de "Callejeros viajeros", supone una actividad peligrosa.

No se acaba el mundo si no hay democracia. No sólo está la alternativa de la dictadura. ¿Pueden los señores políticos, esos a los cuales les subvencionamos hasta la pasta de dientes, pararse a pensar y reflexionar qué modelo de gobierno puede aplicarse a estos tiempos? ¿Pueden establecer una comisión de estudiosos para que traten el tema?

¿Por qué, después de más de treinta años en España de democracia se siguen destapando casos de corrupción cada vez más graves? Platón y Aristóteles no debían tener televisión, porque parece que veían las cosas con mayor nitidez. Ellos buscaban la Verdad.

lunes, 1 de abril de 2013

Una historia de Amor

¡Felices Pascuas! Aunque parezca que es un día más, se conmemora con la Pascua, la Resurrección de Jesucristo, base y argumento de la religión católica. Advierto de antemano, que lo importante de esta intervención, son los vídeos que adjunto en cada explicación. Eso es lo verdaderamente relevante.

No he podido encontrar los archivos en los que, previo al estreno de "La Pasión de Cristo", del polémico Mel Gibson, auguraban la peor de las catástrofes cinematográficas para este largometraje, que tuvo que costear del bolsillo propio el actor y director australiano: no dirige una película comercial, el final lo conoce todo el mundo, y la temática parece que no interesa en nuestros días. Hoy sabemos que estos pronósticos no se cumplieron, y se ha convertido en un referente claro para todos los católicos, además de una de las películas más taquilleras de la historia del cine.

 Se ciñe a las revelaciones que tuvo la Beata Anna Catalina Emmerich y si algo tiene entre sus muchas cualidades es que no deja indiferente a nadie. Es una verdadera historia de Amor, del Amor con mayúsculas, de esperanza, de perdón... Ahí van las escenas que destaco.

1. La mesa de Jesús

Jesús, en su taller carpintero, construye una mesa para un cliente. En una escena entrañable, María le avisa de que es la hora de comer, y lo que sucede a continuación es tan simple como encantador, puesto que se muestra la relación de afecto materno filial en un contexto distendido y casero; hace un guiño un tanto cómico en el que se pinta a Jesús como el creador de las mesas literalmente y a María que no confía mucho en este trabajo. 

Un vídeo os ilustrará mejor mis palabras.



2. ¿Ves Madre? Yo hago nuevas todas las cosas

La escena que nos ocupa es magistral, sublime, significativa...es única. Verla  revuelve el espíritu del corazón más endurecido, la mentalidad más superficial, verla y hacerse partícipe, adentrarse por unos instantes en la acción que nos sacude internamente.

Como una Madre corre en pos de su Hijo, que, tenido por malhechor y condenado injustamente, soporta paciente y heroicamente el tormento de la flagelación y posterior crucifixión. ¿Cómo debía estar el corazón de María ante el sufrimiento de Jesús? ¿Cómo debía estar Jesús ante el sufrimiento de su Madre? Aquí encontraremos la representación gráfica, lo que yo pueda explicar no aportará nada. Lo mejor es verlo detenidamente y encontrar la respuesta.




3. Simón de Cirene

Aquí encontramos como el cirineo, obligado por los soldados, debe socorrer a Jesús cargando junto a Él la cruz, un encargo indigno para un hombre justo que no puede pasar por semejante afrenta y humillación ante sus conciudadanos. Lo que en un principio parecía la ayuda del justo al malhechor, se torna en ayuda del malhechor al justo.

¡Cómo se abrazan ambos a la Cruz tan pesada! ¡Cómo sostienen la ignominia mayor del pueblo romano! Morir en cruz era la pena más detestable en los condenados y Simón de Cirene se transforma cuando le mira Jesús, mostrando todo su agradecimiento por ese favor.





 Son tres escenas concretas, pero lo recomendable es ver la película completa, y sobre todo, sin prisas. Una historia de Amor, que en 2013 es más actual y necesaria que nunca.