El
esclavo que logra deshacerse de las ataduras, sale al exterior, contemplando,
no sin esfuerzo y sacrificio todo lo que, hasta entonces le era desconocido,
puesto que sólo había podido observar representaciones.
Platón,
en lo que sería una parábola para el cristianismo, en este ejemplo
reflexionado, nos enseña la oscuridad y la ignorancia en la que los hombres se
hallan sumergidos y en la que muchos, al no conocer más que lo que creen real,
se acomodan y no desean salir.

¿Qué
pasa entonces? El esclavo será asesinado porque está revelando algo que hará
salir del letargo a muchos aburguesados, y esto no es conveniente. No pueden
acogerse a una propuesta que conlleve esfuerzo y sacrificio, aunque se prometa
el mayor de los premios, aunque la recompensa sea ingente.
El
filósofo no puede anquilosarse en la contemplación de la realidad, está
obligado a darla a conocer, y esto significa abandonar el estado primitivo de
ignorancia y sumarse a una empresa audaz y costosa, tanto como beneficiosa para
el ser humano cuando se alcanza la meta.
Por
esto no se da conocer, por esto fue asesinado su maestro, a pesar de su
acérrima defensa, porque la verdad debe permanecer proscrita, no sea que
despierte las conciencias y debamos encontrarnos con ella frente a frente.
Gran
contribución y disquisición la que efectúa el filósofo griego, que, a pesar de
las dificultades, lucha por arrancar de la ignorancia y el confort a los
prisioneros. “En el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo,
es la idea de Bien”.
Después de navegar un tiempo por la red, da gusto encontrar una cala tan "platónica"... pensamos volver...
ResponderEliminar