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martes, 21 de mayo de 2013

Reflexión sobre "el Mito de la Caverna"

En el cada vez menos famoso Mito, expone Platón, de forma dialogada con Glaucón, cómo un grupo de prisioneros habita en una oscura cueva, en la que, solamente verán representaciones de la realidad, a través del reflejo provocado por una hoguera, que da lugar a las sombras de los objetos que se proyectan.



¿Por qué cada es cada vez, menos famoso el mito de la Caverna? A continuación lo desciframos. Aquello que el filósofo explica al discípulo es una comparación, una situación figurada de la ignorancia, voluntaria en ocasiones, a la que está sometida el ser humano. Nos dice que los esclavos están sujetos por cadenas, que prácticamente está limitado su movimiento y que únicamente miran hacia el fondo de la cueva.

El esclavo que logra deshacerse de las ataduras, sale al exterior, contemplando, no sin esfuerzo y sacrificio todo lo que, hasta entonces le era desconocido, puesto que sólo había podido observar representaciones.

Platón, en lo que sería una parábola para el cristianismo, en este ejemplo reflexionado, nos enseña la oscuridad y la ignorancia en la que los hombres se hallan sumergidos y en la que muchos, al no conocer más que lo que creen real, se acomodan y no desean salir.

Es menos famoso este mito, porque cada vez interesa menos conocer la verdad. La verdad nunca es cómoda, y si el filósofo griego, ya en sus tiempos, miles de años atrás, percibía una ignorancia asumida y acomodada, actualmente no sería “políticamente correcto”, que el ciudadano de a pie, pudiese conocer la verdad. Decía Mark Twain que “el hombre prefiere vivir engañado a reconocer que lo está siendo”. Platón fue un adelantado a su tiempo. Fue un hombre honesto, empeñado, por derivación de Sócrates, en encontrar la verdad, y a pesar de pertenecer a un pueblo en el que no se manifiesta la revelación divina del Cristianismo, da una de las ideas más cercanas a la doctrina cristiana. Todo parte del Bien, y él, como esclavo liberado de sus cadenas, quiere conducir a todos los prisioneros al conocimiento de la verdad.

¿Qué pasa entonces? El esclavo será asesinado porque está revelando algo que hará salir del letargo a muchos aburguesados, y esto no es conveniente. No pueden acogerse a una propuesta que conlleve esfuerzo y sacrificio, aunque se prometa el mayor de los premios, aunque la recompensa sea ingente.

El filósofo no puede anquilosarse en la contemplación de la realidad, está obligado a darla a conocer, y esto significa abandonar el estado primitivo de ignorancia y sumarse a una empresa audaz y costosa, tanto como beneficiosa para el ser humano cuando se alcanza la meta.

Por esto no se da conocer, por esto fue asesinado su maestro, a pesar de su acérrima defensa, porque la verdad debe permanecer proscrita, no sea que despierte las conciencias y debamos encontrarnos con ella frente a frente.

Gran contribución y disquisición la que efectúa el filósofo griego, que, a pesar de las dificultades, lucha por arrancar de la ignorancia y el confort a los prisioneros. “En el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea de Bien”.


Imagen tomada de http://pedrogarciamartin.blogspot.com.es/2011/10/representaciones-graficas-del-mito-de.html