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sábado, 19 de enero de 2013

No el mucho saber harta y satisface...

Decía San Ignacio de Loyola, insigne militar antes de fundar la Compañía de Jesús, y extraordinario asceta de la Fe tras su conversión, que "no el mucho saber harta y satisface, sino el sentir y gustar de las cosas internamente". Mucha enjundia para tan pocas palabras.

En la sociedad de la información en la que residimos, supone una consigna harto difícil de llevar a cabo. Como en la anterior entrada exponía, internet constituye una fuente inagotable de información, un maremoto de contenidos imposibles de asimilar.

Así, el director de cine japonés, Sugimoto Kousuke, en su infatigable búsqueda de una reflexión espiritual sobre el vacío y la angustia que sufre el ser humano, afirma "Demasiada información nos conduce a la nada". 

Sentir y gustar de las cosas internamente. ¿Hay espacio en uno mismo para la reflexión cuidada y silenciosa del acontecer diario? El mundo, tal como está concebido hoy en día, se asemeja a un tren de alta velocidad, en el que no hay lugar para la pausa, no existen estaciones, y no se repara en el paisaje. El único objetivo es lo siguiente, lo próximo, lo venidero, que una vez alcanzado, forma parte de un pasado al que no podremos volver por falta de tiempo.

En un diario gratuito de la ciudad de Barcelona, se realizó una encuesta en la que se preguntaba a los transeúntes si, al realizar su trayecto caminando por el famoso Paseo de Gracia, se habían parado alguna vez a contemplar los maravillosos edificios que jalonaban la vía. No recuerdo con exactitud el resultado, pero aproximadamente un 80% de los encuestados, afirmaban que jamás lo habían hecho. Hemos perdido la capacidad de asombro, de sorpresa. Todo está planificado y salirse del guión constituye un crimen. 

Nueva York, noviembre de 2012; mientras espero en la puerta del hotel, en Lexington con la 48, con un café y un cigarro mañanero, se me ocurre observar detenidamente la gente que va pasando. Durante seis minutos, alrededor de doscientas personas, a una velocidad media de 6 kilómetros por hora andando,  sorteando la nieve, los coches y los semáforos, cargados con sus maletines y portátiles, y blandiendo enérgicamente sus teléfonos de última generación, con sus cafés de medio litro, que apuran mientras caminan.

Éste sería el retrato de nuestra civilización. Una civilización incivilizada, incapaz de asimilar, de escuchar, de atender, de disfrutar de las pequeñas cosas, de aprovechar el tiempo y no quemarlo, de leer tranquilamente, de sentarse en un banco de un museo a contemplar una obra de arte, de encontrarse consigo mismo porque no sabemos quiénes somos...

¡Benditas humanidades que aglutinan en sus filas a Sócrates, San Agustín, Velázquez, Miguel Ángel,  David Teniers, Vivaldi, Mozart...! Ellos si que aprovecharon el tiempo legándonos el suyo. ¡Vamos a sacarle jugo!





2 comentarios:

  1. Hola "Sancho Panza".
    Soy Ana de la Unir y estoy en el blog Apolomusageta.
    Me gusta mucho lo de enlazar los nombres destacados con links de wiki. Cómo lo has hecho???
    Espero tu respuesta aquí o en el foro de la asignatura.
    Un saludo

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  2. buenas Ana, esto puedes hacerlo en la barra superior de edición, una vez estés identificada. Seleccionas la palabra o palabras y clicas en añadir URL. Si tienes cualquier problema me lo dices!

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